
LA ESCUELA RURAL EN LA ACTUALIDAD
La escuela rural se configura como un medio fundamental para garantizar el acceso a la educación de los territorios rurales y constituye un elemento clave para el desarrollo social y la igualdad de oportunidades de la población en la que se encuentra ubicada.
Aunque durante muchos años las escuelas del medio rural han sido consideradas como centros pedagógicamente deficitarios, gracias a la lucha conjunta de docentes rurales y otros agentes sociales, desde finales del siglo XX, se ha conseguido revertir esa imagen hasta llegar a ser percibidas como instituciones educativas de gran valor.
El concepto de escuela rural es difícil de acotar por la diversidad de los espacios geográficos en los que se puede encontrar, pero, en general, podemos decir que las escuelas rurales son centros educativos públicos ubicados en núcleos pequeños de población. Cuentan con un número reducido de alumnos por lo que generalmente son escuelas unitarias con aulas multigraduadas en las que niños de diferentes edades y niveles de escolarización comparten el mismo espacio y tienen un único profesor. Habitualmente, están organizadas en Colegios Rurales Agrupados o agrupación escolar similar en los que escuelas de distintas localidades funcionan como un único centro y están coordinadas bajo la misma estructura administrativa, compartiendo propuestas educativas comunes, recursos y profesores.
La escuela multigrado supone un reto para los docentes ya que tienen que programar actividades con las que todos sus alumnos, independientemente de la edad que tengan, alcancen sus metas de aprendizaje y desarrollen sus habilidades sociales y comunicativas. Sin embargo, tiene también un gran potencial pedagógico y sus características ofrecen al profesor la posibilidad de llevar a cabo actividades innovadoras a través de metodologías activas y participativas.
Entre sus grandes ventajas se encuentra el bajo ratio de alumnos por clase que permite una mayor personalización de la enseñanza y favorece las relaciones afectivas entre docentes, alumnos y familias. Por otro lado, al haber varios cursos dentro del mismo aula, se considera que el aprendizaje es cooperativo entre niños de distintas edades y se favorece el sentido de la responsabilidad y del autoaprendizaje. Del mismo modo, se fomenta la convivencia y el proceso de socialización del niño. Todo ello sin olvidar su inmersión en el entorno en que se sitúan, así como el continuo contacto con la naturaleza.

Tampoco está exenta de amenazas como la despoblación de las zonas rurales que ha llevado al cierre de muchas escuelas desde los años 70, o la escasa presencia de la escuela rural en la formación inicial y permanente de profesores que ha dificultado que puedan formarse en las competencias necesarias para atender la singularidad y la diversidad de este tipo de centros.